sábado, 10 de enero de 2015

Paleolítico vs Neolítico

El Paleolítico es la etapa más antigua de la Prehistoria y significa piedra vieja. Abarca desde la aparición de los primeros homínidos hace unos dos millones de años hasta el 10.000 a.C. El clima era bastante más frío que el actual y buena parte del actual continente europeo estaba cubierto por los hielos.

El modo de vida se basaba en la caza, la pesca y la recolección de frutas y frutos secos. La tecnología utilizada para la fabricación de sus herramientas era la talla de la piedra para confeccionar bifaces, percutores, raederas o raspadores.

Al vivir de lo que cazaban y recolectaban, dependían del medio y se desplazaban por el territorio en busca de más alimento cuando los recursos se agotaban. Eran nómadas, vivían en cuevas y se organizaban en grupos denominados tribus-clanes.

En cuanto al arte y las creencias, en el Paleolítico Superior se pintaba y se grababan motivos en las cuevas del norte de la Península Ibérica, el arte franco-cantábrico. Se caracteriza por el naturalismo y la representación de animales pintados en rojo y negro. El yacimiento más emblemático es Altamira (Santillana del Mar, Cantabria).

El Neolítico se identifica con la edad de la piedra nueva. Abarca desde el origen de la agricultura y la ganadería en el Próximo Oriente hace más de 8.000 años hasta la aparición de los metales, en torno al 3.500 a.C. A partir del 10.000 a.C. se inicia una nueva etapa climática más benévola, parecida a la actual, el Holoceno.

El modo de vida neolítico se basaba en la agricultura y la ganadería. Los grupos humanos comienzan a controlar las plantas y a cultivas, es decir, a dominar el medio. La vida cambió por completo con el cultivo de cereales, leguminosas y la domesticación de animales como la oveja o la cabra. Cultivar y generar sus propios alimentos hizo que empezaran a tener una vida sedentaria, viviendo de forma permanente en un lugar. Surgen así los primeros poblados de cabañas al aire libre cerca de los ríos para disponer de agua. Disponer de más o menos recursos fue el origen de las posteriores desigualdades sociales. La tecnología también revolucionó la vida en el neolítico con la aparición de herramientas de piedra pulida, hueso, cerámica, cordelería o cestería para la fabricación de recipientes o elementos de vestido y adorno.

En cuanto al arte y las creencias se generalizan las prácticas de enterramiento y se desarrolla el arte Levantino en abrigos, caracterizado por el detalle y naturalismo de sus pinturas. Se representan escenas protagonizadas por figuras humanas, animales y objetos que se relacionan en multitud de temáticas. Un ejemplo excepcional es la Valltorta (Castellón).

El papel de los Museos en la Educación

En los últimos años los museos se han convertido en espacios de cultura en los que se ha producido, al menos en algunos casos, una auténtica revolución didáctica.

Las visitas de colegios e institutos a los museos forman parte, cada vez más, de las actividades que se programan desde el centro. Es una manera de ver in situ lo que se ha trabajado en el aula, como herramienta del proceso de aprendizaje. En nuestro caso, se trata de ver, tocar y experimentar un viaje en el tiempo que nos traslada a la Prehistoria. Tan importante es para los museos, la conservación y la investigación como la difusión. De ahí el desarrollo de estrategias para atraer a visitantes de todo tipo, entre los que se encuentran niños y adolescentes.

En este sentido resulta interesante el trabajo que se lleva a cabo desde el Museu de Prehistòria de Valencia. Cuentan con un departamento de didáctica muy completo. Nos proponen visitas comentadas  por sus salas, visitas manipulativas para poder tocar réplicas de las piezas prehistóricas, talleres de experimentación. Asimismo, desde la web se puede acceder a multitud de recursos: juegos interactivos y publicaciones en pdf sobre la evolución humana, el Paleolítico y el Neolítico. Se trata de historias ilustradas y guías didácticas para preparar la visita al museo con metodologías basadas en proyectos colaborativos y el aprendizaje por descubrimiento, estimulando y motivando al alumnado a aprender. 

Fuente: Museu de Prehistòria de València

La didáctica en los museos de arqueología y de historia contribuye enormemente a la difusión del patrimonio, aproximándolo a todos los públicos y mostrando de primera mano cómo vivían los grupos humanos en el pasado. En las vitrinas de las salas se expone la cultura material hallada en las excavaciones, pero también podemos en ocasiones manipular réplicas, experimentar y disfrutar de los recursos tecnológicos y audiovisuales que nos ilustran y facilitan la comprensión de nuestro pasado más remoto. Y no cabe duda de que sólo se valora, se conserva y se protege lo que se conoce. Por eso, la relación entre centros de enseñanza y museos es imprescindible y debe consolidarse como un pilar fundamental del proceso de aprendizaje en nuestro caso, de la Prehistoria.


Webquest. Metodologías del siglo XXI para el aprendizaje del pasado

Una Webquest es una actividad didáctica cuyo significado literal es "investigación en la web". Se trata de una metodología aplicable al aula y cuyo objetivo es que el alumnado aprenda procedimientos informáticos elementales en contextos de uso real. Sus bases son la indagación, el descubrimiento, el aprendizaje cooperativo, la diversión y el entretenimiento. Actualmente se ha convertido en una de las técnicas principales de uso e integración de Internet en el ámbito escolar y una perfecta herramienta para el desarrollo y la adquisición de la competencias básicas aprender a aprender y la competencia digital y tratamiento de la información.

Fuente: A. Ontiveros, W. Aular y M. Espinoza
Las partes de una Webquest son:
- Introducción: donde se contextualiza y se explica el tema de trabajo.
- Tarea: explicación del resultado final que el alumno debe elaborar.
- Proceso: propuesta de las actividades y  los pasos que se deben seguir.
- Recursos: material (listado de recursos web) necesarios para llevarlo a cabo.
- Evaluación: criterios que se tendrán en cuenta para la valoración del trabajo.
- Guía didáctica: indicación de los aspectos didácticos (autor de la Webquest, nivel y objetivos).

Un buen consejo para trabajar una Webquest es hacerlo en grupos con distribución de las tareas y los roles de cada uno y dedicando tantas sesiones como sean necesarias para finalmente hacer una puesta en común con las conclusiones y resultados finales.

Para los contenidos dedicados a la Prehistoria, he encontrado algunas Webquest muy útiles para trabajar los contenidos de mi UD de una forma innovadora, planteando un reto a los alumnos y alumnas, que deben ser los auténticos protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. 

Por un lado la Webquest La Prehistòria desarrollada por Carme Cubells, Sebastià Mora y Joan-Ramón Ferrús donde el objetivo es que el alumnado consiga su carnet de arqueólgo o arqueóloga tras demostrar sus conocimientos sobre la Prehistoria. 

También resulta muy interesante por su temática concreta y específica del Neolítico la Webquest Una aldea particular elaborada por Rosario Gómez y donde el alumnado por grupos debe investigar en los recursos web proporcionados diversos aspectos: cuándo y dónde se produce, inicios de la agricultura y la ganadería, piedra pulimentada, viviendas, cestería, alfarería y producción textil, tecnología, creencias y transformaciones sociales y exponerlos ante los demás con un power point. 

Sin duda, un desafío metodológico que pone la tecnología del siglo XXI al servicio del estudio del pasado más remoto ¡Todo un reto motivador y estimulante para el aprendizaje cooperativo!

jueves, 8 de enero de 2015

La Draga (Banyoles, Girona): un yacimiento neolítico excepcional

Excavación en La Draga
Fuente: Museu Arqueològic deBanyoles
La Draga es un poblado neolítico del VI milenio a.C (en torno al 5200 a.C.) excepcional porque es el único yacimiento prehistórico de ambiente lacustre de la Península Ibérica. Por eso, no sólo es uno de los primeros enclaves de los primeros agricultores y ganaderos mediterráneos, sino que también destaca por el buen estado de conservación de los restos arqueológicos y en especial de los elementos constructivos y de madera. El poblado lo conformaban cabañas rectangulares construidas con ramas, barro y postes de roble, de los que se han documentado 1.4000 y cubiertas de cañizo. El asentamiento tiene una extensión total de más de 8000 metros cuadrados, de los que 100 metros cuadrados eran franja litoral que hoy está sumergida bajo las aguas.

Hoz. Fuente J. Tarrús
Desde que se iniciaron las excavaciones hace 25 años se han extraído más de 45.700 piezas y más de 300.000 restos vegetales (cereales, legumbres, frutos) y de fauna doméstica (sobre todo bueyes y cerdos). Se han recuperado fragmentos cerámicos, elementos de cestería y cordelería, objetos de piedra como azadas y hachas, y de hueso como un peine y una cuchara. Todo ello ilustra el día a día en un poblado neolítico. También se documentan piezas destinadas al adorno personal como collares, anillos, brazaletes y anillos elaborados con conchas y dientes .

Sin embargo, lo más extraordinario desde el punto de vista arqueológico e histórico es el hallazgo de elementos de madera gracias a las condiciones lacustres del lugar, cosa que no suele ser lo habitual. Así pues se han descubierto una hoz, concretamente el mango de madera en el que había insertado un diente de hoz de sílex y un arco para la caza de más de un metro de longitud. De ahí la excepcionalidad de la Draga como un testimonio único para profundizar y conocer con mayor detalle el Neolítico en la Península Ibérica.


El trabajo de la madera. La carpintería en el Neolítico

La Arqueología es la única fuente de información directa sobre la Prehistoria. En el registro arqueológico neolítico son abundantes los restos de fauna y cerámica o los útiles de hueso y piedra (molinos, percutores, dientes de hoz, punzones, agujas...), que se han conservado a pesar de tener miles de años de antigüedad.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el registro arqueológico es parcial. Muchos elementos no llegan hasta nuestros días aunque en el Neolítico sí existieron. Es el caso de los instrumentos y estructuras de madera, que al tratarse de materia orgánica no se conserva casi nunca, excepto en determinadas condiciones de humedad, frío y poca oxigenación de la tierra.

Fuente: J.A. Cabezas Vigara
Así ocurrió en Altscherbitz, cerca de la cuidad alemana de Leipzig. Allí fue hallada por el arqueólogo Willy Tegel y su equipo de la Universidad de Friburgo en 2013, a más de 20 metros de profundidad durante durante unos trabajos de construcción una estructura de madera de roble con forma más o menos cuadrada utilizada para almacenar agua. Se trataba de la estructura de madera más antigua que se conoce en el mundo, de hace más de 7000 años.

Este descubrimiento demuestra que los primeros agricultores y agricultoras del Neolítico dominaban la artesanía de la madera. Su estudio detallado  ha permitido saber que este pozo abasteció de agua a un gran asentamiento con unas cien casas. Pero la madera no sólo nos informa sobre el modo de vida, la tecnología o los métodos empleados para la adaptación al entorno, sino que también da pistas, a través del crecimiento anual de los árboles registrado en sus anillos, sobre el medio ambiente de la época, convirtiéndose en una fuente de datos para la reconstrucción del paisaje y clima de la Prehistoria.

miércoles, 7 de enero de 2015

¿Cómo podemos conocer la Prehistoria?

Como ya sabéis, la Prehistoria es un etapa de la Historia que carece de documentación escrita. Por eso, para aproximarnos a ella debemos recurrir a la Arqueología, que es la disciplina que estudia las sociedades del pasado a través de sus restos materiales. 

Las excavaciones arqueológicas son una fuente de información fundamental Los arqueólogos y las arqueólogas son quienes con sus descubrimientos e investigaciones nos permiten conocer el pasado más remoto y cómo era la vida en la Prehistoria. 

Entre las herramientas con que contamos se encuentran los objetos, los vestigios humanos y el arte.

En primer lugar, los objetos: herramientas de piedra y de hueso, y a partir del Neolítico la cerámica o los adornos personales, la cestería, la cordelería y los restos de tejido. Todos ellos nos informan sobre la vida cotidiana, las actividades económicas, las prácticas alimenticias, los trabajos artesanales, el vestido o el ornato personal.
Fuente: trabajo propio

En segundo lugar, los restos humanos, cuyo estudio permite averiguar cómo eran los individuos, a qué edad y de qué morían o las enfermedades y dificultades que padecían. 

En tercer lugar, las manifestaciones artísticas, tanto de arte mueble en forma de pequeñas esculturas; como rupestre, las pinturas y los grabados en las paredes de cuevas y abrigos, auténticos documentos gráficos de la época que representan mitos y creencias, escenas de caza, recolección y agricultura, momentos cotidianos y de ocio y divertimento.

Todas estas herramientas son fuentes de primera mano para la enseñanza-aprendizaje de la Prehistoria. La arqueología y los museos son recursos que deben estar muy presentes por ser imprescindibles para el estudio de las sociedades pasadas y para la toma de consciencia sobre el valor del patrimonio histórico, cultural y artístico, que debemos conocer, difundir y preservar como parte de nuestra historia.

domingo, 4 de enero de 2015

Los valores educativos de la Prehistoria

La Prehistoria es la etapa más antigua de la Historia, que abarca más de dos millones de años desde el surgimiento del primer homínido hasta la aparición del primer documento escrito. Podría considerarse que es al fin y al cabo, la Historia de cómo llegamos a ser humanos. Estudiarla es aproximarnos a nuestros antepasados, a nosotros mismos, a lo que es común a toda la Humanidad. Pero es también el estudio de la diversidad humana.

El problema ha sido que tradicionalmente la Prehistoria se ha excluido de la escuela o si ha estado presente en los manuales y textos escolares, se ha caracterizado por la ausencia de información y los datos erróneos y/o desfasados. Aunque poco a poco las cosas van cambiando y crece la toma de conciencia sobre las posibilidades didácticas que ofrece la Prehistoria.

Fuente: G. Ruiz Zapatero
Así pues, contribuye a la consecución de las competencias básicas, como por ejemplo: la Competencia en conocimiento e interacción con el mundo físico, ya que brinda oportunidades para vincularse con el Medio Ambiente, la Ecología y la protección de la Naturaleza, al estudiar la relación entre las sociedades prehistóricas y sus medios físicos. En segundo lugar, favorece el desarrollo de las Competencias social y ciudadana y la cultural y artística despertando el interés por el patrimonio, la protección y conservación de la cultura material de las sociedades pasadas como parte de nuestra Historia. Sus principales valores educativos son por tanto: 
1. Conexión con otras materias: Geografía, Geología y Biología, lo cual incentiva la interdisciplinariedad.
2. Manejo de fuentes primarias, como punto de partida estimulante.
3. Desarrollo del pensamiento y razonamiento científico sobre cómo se forma el registro arqueológico.
4. Toma de consciencia con respecto al patrimonio cultural y artístico, sobre su valor e importancia.
5. Herramienta de lucha contra la xenofobia y el racismo.

Combatir la xenofobia y el racismo es fundamental en la sociedad actual. La diversidad de las formas de vida y sociedades pasadas sirve para apreciar la gran riqueza de la variada Humanidad, teniendo en cuenta que todos, sin excepción, descendemos de los africanos sapiens modernos que salieron de África hace 150-100.000 años. Todos y todas descendemos de un mismo grupo ancestral africano. Reivindicar este origen primigenio común es una arma contra las ideas racistas y la pluralidad una fuente de riqueza en todos los sentidos.

Fuente: RUIZ ZAPATERO, G. (2010): "Los valores educativos de la Prehistoria en la enseñanza obligatoria". En MARQ. Arqueología y Museos, 04, pps. 161-179.